6 tendencias esenciales del comercio electrónico para la nueva normalidad y más allá

La empresa de investigación de mercados eMarketer estima que “las ventas mundiales de comercio electrónico al por menor crecieron un 27,6 % en 2020, con un total de 4280 billones de dólares”. Centrándonos en las tendencias de Estados Unidos, un estudio reciente de McKinsey & Company reveló que el 21 % de los estadounidenses ha experimentado con nuevos métodos de compra digital desde el inicio de la pandemia, y que el 80 % de esa cifra tiene la intención de hacer permanentes estos nuevos hábitos.

Estos cambios no significan la caída del comercio minorista tradicional, sino el auge de la experiencia omnicanal. La convergencia entre los mercados digitales y físicos será clave en el futuro, con marcas inteligentes que aprovechen la innovación y adopten un enfoque holístico para ofrecer la mejor experiencia al cliente.

En este contexto, las marcas deben esforzarse más que nunca para destacar entre la multitud. El consumidor medio es inteligente, está bien informado, se siente cómodo con las compras en línea y es experto en comparar precios. En resumen, buscan algo más de las marcas que una simple transacción en línea para conquistarle. Para prosperar en este entorno digital tan saturado, es necesario algo más que adaptarse a los tiempos. En definitiva, hay que ir siempre un paso por delante.

Hemos identificado 6 tendencias transformadoras para dar ventaja a su marca en la era del comercio electrónico.

1. El comercio electrónico en la palma de la mano

El hecho de quedarse en casa implica una conectividad total las 24 horas del día en cada centímetro de nuestros espacios vitales. Esto significa que hay que centrarse tanto en los usuarios de móviles como en los de ordenador. Los consumidores esperan una experiencia digital fluida en todos los dispositivos y plataformas. La investigación preliminar, la comparación de precios y la exploración de productos podrían realizarse en un ordenador antes de que el consumidor realice la compra final en un dispositivo móvil, o viceversa. Esto exige una estrategia digital sólida que cubra todos los aspectos de la experiencia del usuario.

2. Manténgase en lo personal

No hay que sobrestimar el impacto de la personalización. Aunque los usuarios de Internet esperan un alto grado de personalización de los contenidos, estos métodos corren el riesgo de alejar a los clientes potenciales si se despliega información irrelevante o mal orientada. Navegar por este terreno significa dominar los datos generales e individuales, rastrear el origen del tráfico del sitio y adaptarse con una precisión impecable cuando se trata de parámetros de moneda e idioma. Las cifras no mienten: un estudio encargado por Google y realizado por el Boston Consulting Group descubrió que los consumidores son un 110 % más propensos a añadir artículos adicionales a sus cestas de la compra cuando se les proporciona una experiencia de compra altamente personalizada.

3. Alexa, Siri y Google: sus asistentes personales de compra

En aumento desde los últimos años, el uso de la búsqueda por voz entre los usuarios de Internet ha mostrado un gran potencial como otro eslabón de la cadena de compra del comercio electrónico. Este método de compra en línea tiende a ser el último paso del recorrido del cliente después de que la investigación visual se haya llevado a cabo en el ordenador o en el móvil. Un estudio de PwC descubrió que el 50 % de los encuestados en EE.UU. Afirmó haber utilizado la búsqueda por voz como herramienta para realizar compras, lo que representa una enorme oportunidad de crecimiento en el futuro.

4. El encuentro entre las redes sociales y el comercio electrónico

No es de extrañar que las redes sociales desempeñen un papel muy importante en las estrategias digitales generales de las marcas, pero ahora, el paso desde deslizar por el feed o el muro hasta el hacer clic en “comprar ahora” se ha condensado drásticamente. En muchos casos, los consumidores ya pueden experimentar todo el proceso sin salir de la aplicación, ya que tanto Facebook como Instagram ofrecen tiendas dentro de la aplicación en las que se pueden realizar compras a través de una interfaz fiable y familiar. Estas redes sociales ofrecen un eje central que también puede integrarse con su plataforma de comercio electrónico preexistente como parte de una estrategia omnicanal sólida.

5. Los valores que ayudan a cerrar el trato

El poder de elección es una de las principales fuerzas motrices del comercio electrónico, y el panorama digital moderno ofrece un asombroso abanico de opciones. En un campo tan saturado, los valores que adopta su marca pueden ser un factor de diferenciación para fidelizar y consolidar sus preferencias. El tema de la sostenibilidad ofrece una de esas ventajas, ya que promueve iniciativas de protección del medio ambiente, adopta el abastecimiento de comercio justo, adopta prácticas de embalaje y envío ecológicas, etc. Mientras tanto, la inclusión es otra vía para ganarse a los clientes y fidelizarlos a la marca, como ya hemos analizado anteriormente aquí.

6. El comercio electrónico del mañana, hoy

El auge de la actividad del comercio electrónico está estimulando el auge de la innovación en este ámbito. Para seguir siendo competitiva, su marca debe estar a la vanguardia de las tecnologías emergentes y tener un potencial transformador. La realidad aumentada (RA) puede ofrecer lo mejor de la experiencia en las tiendas, permitiendo a los consumidores visualizar los productos a través de medios avanzados e interactivos. La tecnología IA (inteligencia artificial) puede revelar información crucial sobre sus clientes, mientras que los chatbots pueden ofrecer una ayuda y aumentar las tasas de conversión de forma ininterrumpida. El método comprobado de las herramientas multimedia (vídeo, experiencias inmersivas, tutoriales en línea, etc.) sigue evolucionando y ofreciendo nuevas vías para el comercio electrónico del futuro.

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